viernes, 31 de enero de 2014

APS Minerva, ya lista.

Ya una de mis chicas está lista, me propuse la meta de publicarla antes de que terminara el mes de Enero y lo logré, APS Minerva es una historia romántica erótica que nació a principios del año pasado pero que por diversos motivos no la había podido publicar antes, la historia de amor entre Rick y Minerva comenzará sin que ellos mismos lo sepan y se sentirán atraídos aunque no quieran reconocerlo. Como les comparti en un post anterior habrán leído la sinopsis y el prólogo, Minerva guarda un profundo dolor en su corazón por la muerte de su prometido y al llegar Rick a su vida tendrá un giro que no esperaba, no sólo la relación profesional/laboral intentará unirlos sino algo mucho más fuerte.
Les dejo el enlace de amazon donde adquirirlo, la lectura de los 6 primeros capítulos en goodreads y el soundtrack del libro.
Espero les guste y gracias desde ya.
Amazon.com aquí.
Ficha y lectura de 6 capítulos aquí.
Soundtrack del libro aquí.

domingo, 12 de enero de 2014

Arte, Pasión y Seducción; Minerva

Con mucho entusiasmo ya pronto les voy a compartir una nueva historia (muy diferente a la saga de Ocaso y Amanecer) se trata de una historia que compartí desde el mes de Abril del año pasado y por haber tenido un giro en Junio me vi obligada a cambiarla, su título original era "El Sol y la Luna" (una historia con matices reales) pero al haber otros personajes que también se llevan el protagónico me fue imposible centrarme en una sola pareja así que preferí hacer cuatro historias por aparte, igual no son un seguimiento (se pueden leer de manera independiente) pero si están vinculadas (por ser hermanas) y la primera de ella es APS Minerva, a continuación les comparto la portada, sinopsis y prólogo de esta historia, espero conozcan a mis chicas, que les gusten y les den una oportunidad.


Sinopsis


Minerva…
Minerva Warren es redactora y trabaja para una prestigiosa revista en la ciudad de Ontario, California…
Junto a su prometido escribía su historia de amor con el deseo de verlo publicado por una editorial…
Pero la desgracia truncó sus planes de amor…
Del trabajo a su casa y de su casa al trabajo, así es su vida desde que lo perdió en un accidente…
No le interesa el amor más que en sus escritos… No puede olvidar al hombre que amó…
Rick Brighton llegará en el momento inesperado… para convertirse en su asesor editorial, la compañía para la que trabaja se interesa en el libro…
Pero la relación no será como la esperan…
 Él le sugiere dejar la cursilería y escribir con más pasión, le sugiere dejar a un lado el amor para enfocarse en la lujuria y el erotismo…
Ella se rehúsa cambiar una sola letra de su obra y la lucha comenzará…
Él detesta el escrito, ella lo detesta a él…
Él detesta a la testaruda que tiene que asesorar y ella detesta al idiota que quiere cambiar su trabajo.
Pero cuando ambos se conozcan más a fondo y toquen sus almas saliendo sus demonios a la luz, ¿Las cosas cambiarán…?
¿Alguien cederá?
Más o menos…




Prólogo

Ontario, California, Junio 8, 2011

—Leonardo mi amor que bueno que me llamas, estaba preocupada por ti —Minerva estaba feliz al tener noticias de su amado.
—Lo sé mi vida, yo también me siento feliz de escuchar tu voz —El joven empresario regresaba de inspeccionar el surtido de material que había llegado a una de las bodegas de la empresa familiar, manejaba con el teléfono en mano.
—Amor ya sabes que no me gusta que me llames cuando manejas, es peligroso y además está lloviendo, te espero en el apartamento, ¿Está bien? Voy a consentirte esta noche.
—Mmmm… me encanta esa idea, solamente llegaré a dejarle el informe a mi padre y luego me voy para allá, voy a hacerte el amor como un loco, te deseo tanto.
—Amor pero si te fuiste ayer por la mañana. —Minerva sonreía y se preparaba para salir de su oficina.
—¿Y qué? Ya sabes que te deseo con locura, quiero estar contigo a cada momento, eres el aire que respiro, así que quiero que estés preparada.
—Eres muy galante y me encanta que seas así. Hoy llegó un paquete como regalo de boda, pero era comestible, se trata de algunos frascos en cuenta aceitunas, pepinillos, cerezas y chantillí.
—Veo que quieren que no salgamos de la cocina, prepara el chantillí, voy a darle un buen uso.
—Lo mismo pensé yo. —La chica sonrió, se mordió el labio y se sonrojó—. Aunque también pensé que tendría más tiempo para seguir escribiendo al salir de la oficina.
—¿O sea que prefieres un libro que a mí? —Leonardo fingía indignación.
—Nunca mi amor, sabes que no, pero quiero escribir nuestra historia, algo nuestro, sólo tuyo y mío.
—Lo sé cariño, sólo bromeaba, escribe todo lo que quieras, quiero ser el mejor protagonista, pero primero te voy a inspirar y luego te pones a escribir pero mañana, hoy quiero hacerte el amor y luego, volver a hacerlo y después volver a hacerlo…
—Eres insaciable —Minerva se acaloró, la plática con su prometido la estaba excitando.
Al momento, el sonido de la bocina un auto y de llantas frenando sonó por el móvil, Minerva se asustó;
—Leonardo, Leonardo, ¿Mi amor estás allí?
—Aquí estoy cariño, un idiota por poco me saca de la carretera, pero lo esquivé.
—Mi amor, me asusté, te espero en nuestro nido de amor, maneja con cuidado.
—Estoy bien cariño, no te preocupes.
—No quiero seguir hablando por teléfono, siento el corazón el pecho.
—Tranquila mi vida, maneja tú con cuidado, no te pongas nerviosa, llegaré en aproximadamente dos o tres horas y ten todo preparado.
—Por supuesto mi amor, te voy a consentir con una deliciosa cena y luego con el postre.
—Mmmm…y espero con ansias el postre.
—Yo también. —Minerva comenzó a sentirse mojada.
—Gracias por hacerme tan feliz cariño, anhelo que llegue el día de nuestra boda, llevar el anillo y presumirte ante todos como mi esposa, no sabes cuánto te amo mi amor.
—Yo también lo deseo mucho, unir nuestras vidas para siempre y ser la madre de tus hijos. Te amo…
—Yo también te amo, espéram…
Un brusco freno se dejó escuchar de nuevo y un sonido de estruendo también. Lo único que Minerva pudo escuchar fue el grito de su amado y la sangre de sus venas se le congeló;
—¡¿Leonardo?! ¡¿Leonardo?! ¡Aló! ¡Aló!
Él no volvió a contestar.
                                          *****